El color es la cualidad
fundamental de la percepción visual, que permite al ser humano y animales
identificar, diferenciar, evaluar, e interpretar los elementos del mundo
real. Se creía que éste era una
propiedad intrínseca de los objetos, hasta el siglo XVIII, cuando Isaac Newton
descompuso, por medio de un prisma de vidrio, a un rayo de luz blanca en los colores del
arcoíris: rojo, naranja, amarillo, verde, azul, índigo y violeta. Es así que se
descubrió, que el color es una propiedad intrínseca de la luz y no de los
objetos, los cuales simplemente la reflejan.
La descomposición de la luz
blanca, en estos siete colores, se circunscribe dentro del llamado modelo RGB,
el cual rige en las aplicaciones que tienen que ver con mezclas de luces, ya
sea en pantallas o en lámparas.
En este sistema, los colores primarios son: el rojo,
verde y azul; entendiéndose como colores
primarios a aquellos que no se pueden conseguir por medio de otras
mezclas.
La mezcla entre los colores primarios,
de dos en dos y cantidades iguales, da lugar a los secundarios, que son el: amarillo, cian y magenta.
La mezcla entre los primarios y
secundarios, de dos en dos y en cantidades iguales, dan lugar a los terciarios
o intermedios que son: el rosa, naranja, verde-amarillo, verde-azul,
el azul-cyan, y el violeta.
Al distribuir todos los colores
en un círculo, aquellos que se oponen diametralmente se denominan
complementarios. Su combinación da lugar
a los llamados colores tierra. En el RGB,
el rojo es complementario del cian, el magenta del verde y el amarillo del
azul.
La mezcla de todos los colores
dará lugar al blanco, mientras que el negro es la ausencia absoluta de luz. A la combinación de colores en el modelo RGB se
le conoce como aditiva, ya que generan colores más luminosos.
Cuando se habla de pigmentos, el
sistema RGB no es aplicable, y las mezclas son de índole sustractiva, es decir,
generan colores menos luminosos. El
modelo complementario aplicable al RGB es el CMY, donde el cyan, magenta y
amarillo son los primarios, mientras que el rojo, azul, y verde son los
secundarios. Los terciarios y
complementarios son los mismos del RGB. Sin
embargo, la mezcla de todos da lugar al negro y no al blanco.
El sistema cmy, es utilizado para
aplicaciones técnicas y científicas.
Existe otro modelo de color para
pigmentos, desarrollado por Goethe en 1810, denominado el RYB. Este modelo considera que los colores
primarios son: el rojo, amarillo y azul.
Los secundarios son: el morado, naranja y verde.
La unión entre primarios y
secundarios genera los colores
terciarios, que son: el rojo-anaranjado, amarillo-naranja, verde-amarillo,
azul-verde, azul-violeta, y el rojo-violeta.
El complementario del rojo es el
verde; del amarillo, el violeta; y del azul, el naranja.
El sistema RYB tiene doscientos
años de vigencia, y se aplica en las artes plásticas, diseño gráfico, etc.; a
pesar de no tener sustentación científica certera; ya que durante el siglo XX
se comprobó que para pigmentos, los colores primarios indiscutibles son: en
cyan, magenta, y amarillo; más no el rojo ni el azul.
Albert Munsell, perfeccionó el
sistema RYB en 1905, asumiendo al púrpura y verde como colores primarios; y desarrollando
a partir de ellos, los colores secundarios y terciarios. Es un modelo tridimensional ya que asume al
negro y al blanco como un cilindro perpendicular en el centro del círculo. Los colores a medida que se acerquen al
centro, tenderán a ser grises, blancos y negros.
El complementario del rojo es el
verde-azul; el del amarillo el azul-violeta; y del azul, el naranja.
Dentro del círculo cromático, al
trazar una línea por el centro, que va del amarillo al azul violeta, se separan
los colores en dos grupos conocidos como
cálidos y fríos. Los primeros se ubican
en la mitad superior y los segundos en la inferior. Los cálidos producen en el observador, una
sensación de calidez y los fríos de frialdad.
Bibliografía:
Conferencias del Arq. Luis Antonio Benquomo y Arq. Marco Plain en
el Instituto Metropolitano de Diseño (Octubre 2001).
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